sábado, 11 de abril de 2009

Peces de Galicia: El Águila marina


El Águila marina (Myliobatis aquila) pertenece al grupo de peces de esqueleto cartilaginoso o Condríctios, constituidos fundamentalmente por rayas y tiburones.
El nombre de Águila marina le viene dado por su elegante forma de nadar, aleteando bajo el agua los extremos de sus aletas pectorales. En Gallego recibe varios nombres, aunque los más extendidos quizás sean los de Chucho y Ouxa, nombres con los que también se llaman, dependiendo de la zona, a otra especie similar, la Pastinaca (Dasyatis pastinaca).
La apariencia es la de una raya con una cabeza ligeramente prominente y un corto y redondeado hocico. Las pectorales son anchas y puntiagudas y presenta una larga cola con uno o dos aguijones venenosos. La coloración es marrón o negruzca dorsalmente y blanca en la parte ventral. Pueden alcanzar hasta 260 cm de largo y un peso de hasta 25 Kg aunque normalmente son más pequeñas, entre 50 y 110 cm.
Es una especie bentopelágica que habita preferentemente aguas poco profundas, aunque pueden llegar hasta los 200 m de profundidad. El período de gestación dura de 6 a 8 meses y cada hembra pare entre 3 y 7 crías ya formadas.
Se alimentan de crustáceos, moluscos y peces que viven sobre el suelo, los cuales busca excavando con sus alas y formando unos agujeros característicos en la arena. Se distribuye a lo largo del Atlántico este y el Mediterráneo.
Se capturan con diversas artes de enmalle y de anzuelo aunque normalmente se descartan por no tratarse de una especie comercial. Solo la podemos encontrar regularmente en los mercados del Adriático y de Túnez donde se comercializan las alas en fresco.
En Galicia aunque su carne no se aprovecha se les suele dar muerte tan pronto son izadas a bordo por el miedo que despiertan sus aguijones venenosos, aún cuando los marineros más benévolos “solo” le amputan la cola.
También son objeto de persecución por los cultivadores de bivalvos ya que son acusados de la desaparición de la semilla de almeja sembrada.

viernes, 20 de marzo de 2009

Peces de Galicia: El lumpo (Cyclopterus lumpus)





El lumpo (Cyclopterus lumpus) es un pez de cuerpo globoso, macizo, alto y redondo, estrecho en su parte dorsal y con la cabeza relativamente pequeña. Las aletas ventrales se han modificado para formar una ventosa con la que se sujeta al fondo; la piel es espesa, sin escamas y está recorrida por tres hileras longitudinales de tubérculos óseos bien desarrollados.



Los dos sexos se diferencian fácilmente; los machos son más pequeños, con la cresta dorsal más alta y en la época de puesta adquieren una coloración rosácea o rojiza en la zona ventral, en contraste con la coloración azul-verdosa de las hembras.



Las puestas tienen lugar de Febrero a Agosto en aguas poco profundas y sustratos rocosos. La hembra pone hasta 300.000 huevos de color rosa entre 2.2 y 2.7 mm de diámetro en grandes masas de hasta 140.000 huevos cada una que inmediatamente son fecundados por el macho que los guardará agresivamente durante 6 a 10 semanas, oxigenándolos mediante una corriente de agua provocada por el batir de sus aletas pectorales. Los juveniles permanecen cerca de la costa sus dos primeros años de vida para emigrar luego a zonas más profundas de hasta 300 m. y volver a la edad de 5 o 6 años para reproducirse.



Su interés comercial no radica en su carne fláccida y acuosa sino por sus huevos, con los que se elabora un falso caviar después de teñirlos de negro, ya que su coloración natural es rosada o naranja, y que se puede encontrar en el mercado como huevas de Lumpo.



Es una especie de aguas frías ampliamente distribuida por la región boreal, a ambos lados del Atlántico norte, aunque esporádicamente se le puede capturar en aguas del Golfo de Vizcaya, Galicia y norte de Portugal, siendo este el límite sur de su distribución.
En Galicia su presencia es rara y ocasional, aunque no hay año en el que aparezcan algunos ejemplares en las redes de nuestros pescadores. Estas capturas accidentales suelen ocurrir en Primavera y Verano y tratarse de hembras ovadas, lo cual indica que utilizan nuestras costas como zonas de puesta.



Algunos de los nombres comunes con los que se le conoce son los de Lompa o Roncador. Pero quizás el más extendido en Galicia sea el nombre de Fumador, dado por los marineros gallegos del Gran Sol o de Terranova, donde los Fumadores son más abundantes, por la costumbre que tenían de ponerles cigarrillos encendidos en su pequeña y redondeada boca; los movimientos convulsivos respiratorios de estos peces fuera del agua provocan la inhalación y/o exhalación del humo, lo que les da la apariencia de estar fumando.